Estos días que no he estado en casa, he ocupado algunos momentos con el ganchillo ya que, es una labor que se puede llevar bastante bién de uno a otro lugar. Algunos trabajos los he terminado hace días y otros están en proceso, pero ya os los iré enseñando en próximas entradas para no repetirme tanto con el crochet.
Sin embargo, ahora, quiero centrarme en algo totalmente distinto.
Anoche, cuando ví todos mis útiles de manualidades, me entraron unas ganas tremendas de ponerme a hacer algo que no me llevara mucho tiempo y que no me diera mucho trabajo y ésto es lo que salió.
Cogí un portarretratos horroroso que compré un día con la intención de tunearlo y lo forré con tela.
Una vez seca, coloqué encima una tela de las que envuelven los ramos de flores que guardé en su día con la intención de hacer algo con ella. Aunque sin saber bién el qué.
La verdad es que le da una textura muy chula.
Y después elegí unas figuritas de madera y las decoré: llevan un poco de rotulador para dibujarles algunas líneas y puntos y las sombras las hice con pinturas de cera. Y como podeis ver, también utilicé cartón corrugado para la zona inferior... y ya está.
Un poco de barniz para proteger y en aproximadamente dos horas se consigue un cuadrito de lo más sencillo, para colgarlo en la pared o situarlo en algún rincón.
¿Qué os parece?.
A mí me ha gustado tanto esta idea que repetiré.
No va a ser el único que haga.