Con los niños pequeños, muchas veces hay que inventar para encontrar la mejor solución a sus problemas; y éso es lo que me ha pasado a mí.
Mi hija no para cuando duerme y además lo hace con la cabeza pegada al cabecero así que, como podréis imaginar, se golpea varias veces contra él durante la noche.
Había que poner remedio y busqué uno de esos cabeceros acolchados para que no le volviera a suceder. Sin embargo sólo encontré alguno para cama de 90 y la de ella es de 135. En ese tamaño, los cabeceros blandos son muy serios, para adultos, y yo quería algo alegre e infantil.
Conclusión: o cambiaba la cama o claudicaba así que, decidí "tirar por la calle del medio" y fabricarlo yo misma.
Compré un colchón de cuna, de esos de espuma...
...y lo forré con tela apropiada.
Y..., como no llegaba a la medida, a los lados le añadí unos churros para la piscina cubiertos con la misma tela. Va todo cosido y lleva cremallera y botones para retirar las fundas en el momento de meterlas en la lavadora.
...y lo forré con tela apropiada.
Y..., como no llegaba a la medida, a los lados le añadí unos churros para la piscina cubiertos con la misma tela. Va todo cosido y lleva cremallera y botones para retirar las fundas en el momento de meterlas en la lavadora.
Y la ventaja es que se puede cambiar la tela por otra cuando se quiera y ya está: cabecero nuevo.
Además, una vez metidos en faena, rematé el conjunto con un mantelito para una mesita camilla que tiene al lado de la cama.
Aquí podéis obserbar el detalle de la puntilla que le puse para rematar su contorno.
Aquí podéis obserbar el detalle de la puntilla que le puse para rematar su contorno.
Bueno, pues ya veis como ha sido este trabajo: sencillo y rápido.
Ahora ya no hay problema con los golpes nocturnos y cuando la niña crezca, si ya no lo quiere, se puede aprovechar para una cama de 90 (sin los churros), para algún banco o también para crear una zona chill out, o que se yo..., pero siempre se le puede dar otra utilidad, eso seguro.
-- Un beso y gracias por pasar por aquí --