Voy a enseñaros algo realmente sencillo y rápido de hacer que da un aspecto muy atractivo a botellas y tarros de cristal.
El coste de los materiales es bastante económico y mucho más si se reciclan envases de conservas o bebidas.
La intensidad del resultado final puede elegirse a elección con sólo repetir los pasos realizados y, las aplicaciones de esta técnica, pueden dar lugar a múltiples decoraciones en función de lo que permitais volar a vuestra imaginación.
Los pasos a seguir son los siguientes:
Materiales: Pintura especial para vídrio (tipo Vitral), pincel, botella o tarro de cristal, cubeta, y bolsa de plástico.
1- Llenar una cubeta con agua y dejar caer unas gotas de pintura para vídrio.
(La pintura no se mezcla con el agua sino que flota sobre ella en forma de remolinos)
2- Remover un poco la pintura con un pincel para que se extienda.
3- Sumergir brevemente la botella en la cubeta para ir cubriendo una de sus caras.

4- Sacar la botella y darle la vuelta en el aire antes de volver a sumergirla para cubrir otra de sus caras.
5- Poner la botella (por su base) encima de una bolsa de plástico a seca.
(No hay problema en dejarla vertical porque el color no se va a correr)
6- Despegar la bolsa de la base de la botella y decorar al gusto (con cenefas, lazos,...). En mi caso, yo le he puesto una cinta para ocultar la rosca del tarro.
Un consejo es que se pueden utilizar dos o más colores distintos de pintura dentro del agua para crear un motivo original y en función del soporte elegido (bote, botella, tarro) la utilización decorativa variará todo lo que querais: desde un contenedor para algodones, aceites o lociones......hasta por ejemplo, un recipiente para colocar pinceles o bolígrafos en el escritorio.